null El presidente ensalza el éxito de Cogersa, que con su nueva planta "pone la rampa de salida para el despegue de la economía circular"
  • Adrián Barbón participa en la inauguración del nuevo equipamiento para el tratamiento de la fracción resto, los residuos de la bolsa negra
  • El Principado ha invertido 62,5 millones en las instalaciones, que permitirán aumentar la tasa de reciclaje de desechos al 50%
18 de enero de 2024

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha ensalzado el éxito de Cogersa, un modelo al que miran desde otras partes del país y que hoy ha marcado un nuevo hito con la inauguración de la planta para el tratamiento de la fracción resto, la conocida como bolsa negra. "Esta planta es la rampa de salida para el despegue de la economía circular en Asturias,", ha explicado durante su intervención. 

 

En la planta se tratarán miles de toneladas de residuos con un complejo entramado de equipos, en el que el Gobierno de Asturias ha invertido 62,5 millones. El nuevo equipamiento permitirá duplicar la tasa de residuos destinados al reciclaje, hasta alcanzar el 50%.

 

"He repetido muchas veces que el mejor futuro de Asturias se sostendrá sobre tres adjetivos: verde, sostenible y digital. No hay duda posible: la transición ecológica es la mejor garantía de futuro", ha defendido Barbón. Esta ha sido su intervención íntegra:

 

 

INTERVENCIÓN PRESIDENTE PRINCIPADO VISITA INAUGURAL PLANTA FRACCIÓN RESTO COGERSA

 

Gracias por haberme invitado a participar en esta visita inaugural. Gracias porque más que un estreno o una puesta de largo ha sido toda una lección: un aprendizaje y, a la vez, un baño de realidad.

 

He repetido muchas veces que el mejor futuro de Asturias se sostendrá sobre tres adjetivos: verde, sostenible y digital. La pasada legislatura, cuando empecé a utilizarlos, notaba que sorprendían. Sonaban un poco ajenos, extraños, como si estuviera aludiendo a un futuro lejano y no a una realidad que nos rodea y nos apremia.

 

Ya no ocurre así. Esas palabras han calado, empapado las políticas públicas y se han hecho cotidianas, de uso común. La excepción es el negacionismo, sustrato común a todos los discursos reaccionarios. Hecha esa salvedad, nadie cuestiona que el Principado avanza, y debe avanzar, hacia otro modelo económico sin marcha atrás posible.

 

Lo asumo como una obligación. Soy consciente de que situarse en primera línea erosiona: siempre resulta más confortable quedarse a cobijo, sin arriesgar, pero yo no cambio el porvenir de Asturias por mi comodidad ni por la de mi gobierno. Y, pese a todas las dificultades que surjan, no hay duda posible: la transición ecológica es la mejor garantía de futuro, si no la única, de nuestra industria y, con ella, de nuestro crecimiento económico.

 

Hay otra razón más. Hace algo más de un año, la regatista británica Ellen MacArthur, referente mundial en la difusión del concepto de economía circular, recibió el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional. En su agradecimiento afirmó que aún podemos aspirar a una meta grandiosa: garantizar que las próximas generaciones puedan legar un planeta más saludable que el que hoy habitamos.

 

Me pregunto si alguien es capaz de dar la espalda a semejante objetivo, de no sentirse concernido por esa llamada. Seguramente, al pasar del tiempo, cuando los años se acumulen hasta alcanzar la altura suficiente, nos evaluarán por muchas cosas. Entre ellas, si hicimos lo posible por salvar el planeta. Nos toca actuar, y nos toca hacerlo ya.

 

Acabo de utilizar grandes palabras. Palabras en las que creo firme, reciamente y que la inmensa mayoría compartimos. Ahora permítanme volver unos minutos atrás e invitarles a recordar qué  hemos sentido -visto, oído, olido- al recorrer esta planta de tratamiento de basura bruta. En términos más comprensibles, de lo que metemos en la bolsa negra. De ese envoltorio plástico y opaco donde embutimos los desperdicios de cada casa. Repasemos qué hemos sentido y seguramente llegaríamos a tres conclusiones.

 

Una, obvia, es que estamos ante una gran instalación. Una planta capaz de tratar miles de toneladas de residuos con un complejo entramado de equipos, cintas, separadores y automatismos. Gracias a una inversión de 62,5 millones, a un importante esfuerzo técnico –y humano, no lo olvidemos- buena parte de esos desechos podrá ser enviada posteriormente a empresas recicladoras.  Es un cambio muy importante. Hasta hace apenas unos días –como quien dice, hasta antes de ayer- esos residuos acababan enterrados para los siglos en el vertedero central. A lo sumo, su único aprovechamiento era el biogás que emanaban al descomponerse. Así que en la trayectoria de Cogersa hemos alcanzado otro hito: esta planta es la rampa de salida para el despegue de la economía circular en Asturias, otro concepto del que hablaremos cada vez más durante los próximos años.

 

En este punto, reconozco y agradezco públicamente el trabajo de toda la plantilla de Cogersa que personalizo en su gerente, Paz Orviz. Un agradecimiento que quedaría incompleto si no incluyese, con toda justicia, a Nieves Roqueñí, en su doble condición de consejera de Transición Ecológica y presidenta del consorcio.

 

La segunda conclusión, también evidente, es que este logro ha sido posible porque Cogersa es la historia de un acierto. Tuve la ocasión de subrayarlo con motivo de su cuadragésimo aniversario. De los once ayuntamientos con los que dio sus primeros pasos, ha crecido hasta agrupar a los 78 concejos del Principado. Si Cogersa, como Cadasa, se ha convertido en un consorcio envidiado en otras comunidades es porque ha sabido funcionar con altura de miras y voluntad conjunta, muy por encima de las lentes deformes y estrechas del localismo y el partidismo. La unidad y lealtad mutua entre los ayuntamientos y Cogersa es un modelo de gobernanza, un patrimonio que debemos preservar en beneficio de Asturias. Hago una llamada expresa para mantener Cogersa a salvo del localismo y del partidismo porque es la mejor garantía para que afronte con éxito los próximos desafíos, que ya nos esperan a la vuelta de la esquina, sobre el tratamiento de los residuos.

 

La tercera conclusión es menos agradable. Es normal, porque la escalera que desciende de las musas al teatro siempre es trabajosa. Hace unos minutos hemos podido comprobar en vivo y en directo cuánto cuesta pasar de predicar el reciclaje a practicarlo, cuánta tarea nos queda pendiente. Por eso hablaba antes de baño, de inmersión en la realidad. Durante la visita, la gerente me contaba que la puesta en marcha de la planta está siendo dificultosa dada la enorme heteregoneidad de los residuos que recibe. Desde luego, al ver lo que cuesta separar industrialmente los materiales, uno piensa en el valor de ese pequeño gesto individual, tan sencillo, de separar los residuos en cada hogar. Podemos estar de acuerdo en las grandes palabras, pero no valdrán de nada si no las ejercemos. La receta es fácil, conocida y revertirá en el ahorro de costes y energía para todos, personas y ayuntamientos: reciclar, reciclar y reciclar.

 

Antes, al menos hace unos años, había una frase muy recurrente en la inmensa mayoría de las familias: “Aquí no se tira nada”. Resumía un modo de entender la vida. Había la necesidad material, incluso ética, de sacarle el máximo provecho a todo: a la comida, a la ropa, a los libros de texto, hasta a los cuadernos con pocas hojas escritas... Tengámosla presente cuando pensemos en esta planta. Aquí, en Cogersa, no se tira nada. Se aprovecha todo, y nuestra obligación institucional y ciudadana es ponérselo más fácil, lo más fácil posible.

Documentación

Galería de imágenes

En la imagen, de izquierda a derecha, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí; la gerente de Cogersa, Paz Orvíz, y el director general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Pablo Luis Álvarez Cabrero, en la visita inaugural a la nueva planta de tratamiento de la fracción resto de Cogersa.

Galería de audios

Presidente del Principado, Adrián Barbón, sobre inauguración de la planta de Cogersa para el tratamiento de la fracción resto
El futuro de Asturias será verde sostenible y digital
Transición ecológica para garantizar el futuro de la industria y el futuro del planeta
Sobre importancia de reciclar
Importancia de la planta inaugurada
Cogersa, ejemplo de éxito y de cogobernanza
Reciclar más significa pagar menos
Responsabilidad colectiva en el tratamiento de los residuos