null “Trabajamos por el acuerdo más amplio posible para que Asturias inicie 2023 con un buen presupuesto”
16 de diciembre de 2022

El presidente del Principado ha asegurado hoy que el Gobierno de Asturias seguirá trabajando por obtener “el acuerdo más amplio posible” para que la comunidad inicie el próximo año “con un buen presupuesto”. Adrián Barbón, que esta tarde ha intervenido en el acto de celebración del quinto aniversario del suplemento sanitario del diario La Nueva España, ha indicado que las cuentas para 2023 reservan 2.126 millones, “la mayor cuantía de la historia”, para la Consejería de Salud.

“Hasta tal punto se refuerza ese compromiso que la inversión en salud por habitante y año superará por primera vez los 2.000 euros el próximo año”, ha valorado, al tiempo que ha afirmado que este indicador sitúa a la comunidad “en los puestos de vanguardia de España”.

El jefe del Ejecutivo también se ha referido al carácter solidario de la población asturiana. En este sentido, ha recordado que en 2021 el Principado fue la cuarta comunidad con mayor número de donantes por millón de habitantes. Además, ha informado de que, en lo que va de año, se han contabilizado ya 81 donantes y 94 trasplantes, por lo que se supera ampliamente el listón fijado para este ejercicio por la Organización Nacional de Trasplantes, que se sitúa en 50 donantes por millón de personas.  

 

A continuación, reproducimos íntegramente la intervención pronunciada por el presidente.

 

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Acto de celebración del quinto aniversario del suplemento de Salud del diario La Nueva España

La información es salud. El dicho asegura que la información es poder –y, desde luego, a mí no se me va a ocurrir negarlo en La Nueva España-, pero hoy entenderán que me refiera al valor terapéutico de la buena información.

No obstante, vamos a empezar por el principio, como es debido: gracias por su invitación a participar en este acto conmemorativo del quinto aniversario del suplemento de salud. Gracias y enhorabuena por haber conseguido ofrecer durante un lustro un producto de calidad tan confirmada.

Permitan que eche la vista atrás, hasta 2019. Habíamos ganado las elecciones y tocaba formar gobierno. Ahí siempre hay que superar una doble prueba: decidir la estructura del Ejecutivo y designar a las personas que se harán cargo de las consejerías. Entre nosotros -y, como decía el otro, sin que salga de Asturias-, quien diga que ambas tareas son sencillas, miente.  Hay que cuadrar múltiples factores, descartar muchísimos nombres y acertar con personas que van a estar sometidas a un escrutinio permanente.  Y aceptar las personas elegidas, claro.

Pero vuelvo a 2019. Al hablar con Pablo, a punto de hacerse cargo de la consejería, él insistió en que debería llamarse de salud, y no de sanidad. Puede que la gente repare poco en esta disquisición, pero revela un planteamiento de fondo. Como el suplemento de La Nueva España también comparte la denominación, saben que aludo a una visión más amplia: hablo de la prevención, del fomento de hábitos saludables, de la coordinación con los servicios sociales, de propiciar la investigación y el desarrollo tecnológico y, por supuesto, de la mejor atención sanitaria posible.

A esos objetivos nos hemos dedicado estos tres años y medio, incluso en circunstancias extremadamente difíciles, agravadas hasta el extremo por la incidencia de la pandemia. Entonces hubo que hacer frente a una demanda continua y apremiante de datos. En el gobierno trabajamos desde el principio con el mandato de la mayor transparencia posible: no sólo sabíamos que cualquier atisbo de ocultación levantaría sospechas, sino que estábamos convencidos de la necesidad de informar. Había que insistir hasta la saciedad en las medidas de prevención y cuidado, explicar los protocolos, argumentar la toma de decisiones difíciles que conllevaban serias consecuencias económicas… Dicho en plata, había que partirse la cara informativamente día sí y día también para explicar que habíamos decidido anteponer la protección de la salud pública, de la vida, a cualquier otra consideración.

Los medios de comunicación ayudaron a ese objetivo. Hubo tensiones, malos entendidos y dificultades, como era previsible que ocurriera en una situación tan excepcional.  No trato de negar esos problemas, sino de reconocer que la implicación de los medios –incluida, lógicamente, La Nueva España- contribuyó al éxito de la respuesta asturiana a la pandemia. Pienso, por ejemplo, en el apoyo a las campañas de vacunación, que fueron una referencia europea.

Por eso, entre otras razones, me refería al principio al valor terapéutico de la información. Asturias es una sociedad exigente a la hora de defender y reclamar la calidad de los servicios públicos y, de forma muy especial, del sistema de salud. Tal vez porque hace décadas que se ha consolidado como uno de los mejor valorados de España.

Tal vez, también, por nuestra tradición solidaria, que tan bien se refleja en las donaciones. Hace unos minutos, al escuchar a Beatriz Domínguez-Gil, la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), me venía a la memoria que Asturias fue en 2021 la cuarta comunidad con más donantes por millón de habitantes. De hecho, en lo que va de año ya sumamos 81 donantes y 94 trasplantes. Para calibrar la importancia de estos datos podemos asegurar que Asturias ya ha superado ampliamente en 2022 el listón fijado por la ONT de 50 donantes por millón de personas.

El suplemento de La Nueva España también es exigente. En sus contenidos, en la solvencia del tratamiento informativo, en la amplitud temática, en la selección de firmas, en la disposición a enriquecerse con más colaboradores y nuevos puntos de vista.  Creo que es de justicia atribuir parte de esos méritos al talento, la seriedad y la capacidad divulgativa del periodista Pablo Álvarez. De su contumacia para arrancar exclusivas hablaremos en otra ocasión, pero hoy toca la enhorabuena.

Como presidente del Principado, les aseguro que no me molesta que tanto los medios de comunicación como la sociedad nos eleven continuamente el listón de la calidad. Para eso estamos quienes sabemos que un buen estado de bienestar no es una estación término, sino una evolución continua. A ese fin responde que el proyecto de presupuestos de 2023 reserve 2.126 millones, la mayor cuantía de la historia, para la Consejería de Salud. Hasta tal punto se refuerza ese compromiso que la inversión en salud por habitante y año superará por vez primera los 2.000 euros el próximo año. Espero que nadie se sorprenda de que Asturias, una región envejecida y con un despliegue de hospitales comarcales y centros de salud envidiable para otras comunidades, se sitúe en los puestos de vanguardia de España en cuanto a inversión sanitaria por habitante.

Si las cuentas se aprueban, claro. A mí me gusta remansar las declaraciones en la prudencia. Ganar titulares a fuerza de apresurarse a realizar anuncios aún no confirmados puede ser efectista, pero la humildad, la seriedad, el respeto a la ciudadanía y la necesidad de evitar interferencias que puedan poner en riesgo logros importantes para Asturias aconseja la cautela. Claro que me gustaría dar por hecho que el Sespa destinará 578 millones a la atención primaria y que contaremos con más de 80 millones para reforzar las políticas de salud mental, pero la tramitación parlamentaria está en marcha y no voy a darla por despachada hasta aprobar la última votación. Entre otras cuestiones, porque vamos a seguir trabajando por obtener el acuerdo más amplio posible para que Asturias inicie 2023 con un buen presupuesto. Como el suplemento de salud, yo también soy exigente con la veracidad y procuro trabajar sólo con opiniones solventes e información bien contrastada.

Me queda reiterar la enhorabuena por un suplemento que se ha venido a convertir en una cita obligatoria para los lectores de La Nueva España y para todas las personas preocupadas por el desarrollo y la mejora de nuestro sistema sanitario. Si el consejero me permite, yo me atrevo a asegurar que el consumo continuado de este suplemento es altamente recomendable para la salud.

Documentación

Galería de imágenes

De izquierda a derecha, la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez; la directora de Coordinación, Resultados en Salud y Comunicación del Servicio de Salud (Sespa), María José Villanueva; la directora del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Beatriz López-Ponga; el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz; la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez; el presidente del Principado, Adrián Barbón; la sudirectora general de La Nueva España, Ángeles Rivero; el vicepresidente tercero del Colegio Oficial de Médicos de Asturias, Sergio Gallego; el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y el director de La Nueva España, Gonzalo Martínez Peón, durante el acto.