null “El orgullo de pertenencia conlleva un compromiso: hacer lo que esté en la propia mano para contribuir al desarrollo de Asturias”, asegura el presidente
10 de julio de 2022

El presidente Adrián Barbón ha defendido hoy el orgullo de pertenencia como valor esencial para colaborar en el avance del Principado, durante el acto de entrega de la XLIII Amuravela de Oro celebrado en Cudillero. “Ese orgullo no se queda en un sentimiento nostálgico, de añoranza, sino que conlleva un compromiso: hacer lo que esté en la propia mano para contribuir al desarrollo de Asturias”, ha valorado.

A su juicio, el orgullo de pertenencia es el nexo común entre los tres galardonados este año: Ladislao de Arriba, Evaristo Arce y la Asociación Cultural y Folclórica Avanti Cuideiru y un concepto “que tiene poco o nada que ver con el grandonismo y no es pariente, ni siquiera lejano, de las ínfulas nacionalistas”. “Hablamos de ambición de futuro y respeto por las tradiciones de nuestra tierra”, ha precisado durante su intervención.

También se ha comprometido a continuar defendiendo los mismos valores hasta el final de su mandato: “Llevo toda la legislatura en batalla permanente y abierta contra el pesimismo, contra quienes se empeñan en que Asturias está condenada, no se sabe por qué maldición bíblica, a los perros negros de la decadencia. Llevo y llevaré, porque no pienso cejar en esta particular pelea hasta rendir al pesimismo”.

 

A continuación, reproducimos la intervención íntegra del presidente en el acto:

Mis primeras palabras han de ser de felicitación y enhorabuena para los premiados en esta XLIII edición de L’Amuravela de Oro. De ellos destaca la Asociación de Amigos de Cudillero su labor en defensa de este concejo, en particular, y de Asturias, en general. Distinguimos aquí dos trayectorias estrechamente vinculadas al periodismo, las de Ladislao y Evaristo, y otra dedicada desde sus inicios a difundir la música y la danza tradicionales, la de la Asociación Cultural y Folclórica Avanti Cuideiru. En definitiva, rendimos tributo a las buenas letras y a la excelente cultura popular. Vaya por delante mi aplauso para todos vosotros. También mi agradecimiento por llevar lejos el nombre de Asturias.

El perfil sobre los premiados ha sido trazado ya, con gusto y cariño, por quienes me han precedido en el uso de la palabra: Javier Junceda, Alfredo Canteli y José Manuel Fernández. Así que, en lugar de hurgar en los recovecos de sus biografías, me he planteado buscar un nexo común entre ellos. Les confieso que creo haberlo encontrado. De hecho, pienso que es la razón misma de este acto: el orgullo de pertenencia.

¿Y qué es el orgullo de pertenencia? ¿Cómo podemos definirlo? Pues es un valor esencial que he reivindicado desde el inicio mismo de mi mandato. El orgullo de pertenencia tiene poco o nada que ver con el grandonismo y no es pariente, ni siquiera lejano, de las ínfulas nacionalistas. Este valor al que me refiero se asienta sobre dos pilares maestros. Me explico. Uno se reconoce de un sitio, de un lugar –en este caso, de Asturias-, sin avergonzarse de sus raíces ni renegar de sus valores culturales; bien al contrario, se reafirma en ellos. Al mismo tiempo, confía racional y emocionalmente en las posibilidades de mejora y desarrollo del solar patrio. Es decir, el orgullo de pertenencia no se queda en un sentimiento nostálgico, de añoranza, sino que conlleva un compromiso: hacer lo que esté en la propia mano para contribuir al desarrollo de Asturias. En este acto en el que participamos hoy debería referirme, con más precisión, a apoyar el progreso de Cudillero y de Asturias. En definitiva, hablamos de respeto por las tradiciones y ambición de futuro para nuestra tierra.

Hace pocos días conocíamos una nueva iniciativa turística que consistirá en salir a faenar en un barco pesquero. Es todo un ejemplo del enorme potencial de atracción de la villa pixueta, pero también una muestra de reinvención, de rehacer nuestra forma de vida, de buscar inspiración en el pasado para construir el futuro. En este marco, las posibilidades que nos ofrece el turismo –y estamos al inicio de una nueva temporada récord- son inmensas. Hemos de convencernos de que tenemos mucho que ofrecer, a todos los niveles: paisaje, cultura, gastronomía, arte y tradición.

Esta misma semana se han divulgado los resultados de un estudio que me reafirma en esta consideración. Ese documento constata un creciente interés de los viajeros nacionales por visitar nuestra comunidad, incluso por encima de la etapa prepandemia. Imagino que piensan en el Principado como un destino de belleza singular, de calidad y seguro. Hemos de seguir cuidando esta imagen, en la que Cudillero tiene un lugar muy especial. 

Llevo mucho tiempo repitiendo que mi gobierno ha declarado la guerra a los excesos burocráticos de la Administración, esos enredos de tramitación que sólo implican obstáculos y demoras para personas y empresas. Pero si lo pienso bien, creo que llevo toda la legislatura en batalla permanente y abierta contra el pesimismo, contra quienes se empeñan en que Asturias está condenada, no se sabe por qué maldición bíblica, a los perros negros de la decadencia. Llevo y llevaré, porque no pienso cejar en esta particular pelea hasta rendir al pesimismo. Por eso me alegra especialmente acompañaros en este acto, que reivindica tanto la identidad de Cudillero como el orgullo de pertenencia a Asturias.

Cudillero –querido Juan Luis Álvarez del Busto, tú lo sabes bien- es una de las postales de Asturias. Una de esas imágenes que se identifican en la mayoría de los rincones de España y no pocos del extranjero. Entended que me tiente tanto asimilar Cudillero y Asturias. Cualquiera que se asome a la plaza de La Marina, a cualquier esquina de Cudillero, contemplará lo mismo: la hermosura de un pueblo vivo, orgulloso de su historia y seguro de su futuro.

Yo quiero, ni más ni menos, que Asturias entera responda a esa misma definición que acabo de adjudicar a Cudillero: la hermosura de un pueblo vivo, orgulloso de su historia y seguro de su futuro. Aspiro a que, juntos, seamos merecedores –como Lalo Azcona, Evaristo Arce y Avante Cuideiru- de una Amuravela de Oro colectiva. Estoy seguro de que podremos lograrlo.

Declaro clausurada esta entrega. Queda convocada la XLIV edición de la Amuravela de Oro.

Documentación

Galería de imágenes

De izquierda a derecha, el presidente de la Asociación Avante Cuideiru (colectivo galardonado) Sergio González Ondina; el alcalde de Cudillero, Carlos Valle; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; los galardonados, el periodista y empresario Ladislao Azcona y el escritor y periodista Evaristo Arce; el presidente de la Asociación Amigos de Cudillero, Juan Luis Álvarez del Busto, y el miembro de la banda de gaitas Luis Álvarez del Busto.

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Batalla contra burocratización y pesimismo