El presidente defiende los cuidados colectivos y la investigación, "el alma y la ciencia", para abordar el alzhéimer

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha defendido hoy la importancia de colectivizar los cuidados, así como apoyar la investigación y la ciencia para abordar una enfermedad como el Alzheimer. "Esta enfermedad reclama investigación y humanidad, ciencia y alma", ha destacado durante la inauguración, junto a la reina emérita doña Sofía, del X Congreso Nacional del Alzhéimer.

El encuentro congrega en Gijón a más de 500 personas y sirve de punto de encuentro para familiares, cuidadores, voluntarios y profesionales que comparten experiencias y saberes en este complejo campo. Barbón ha resaltado la estrategia para la transformación del modelo de cuidados de larga duración CuidAS, basada en los cuidados colectivos. También ha explicado que el Principado cuenta con tres centros de día específicos para la atención a las personas enfermas con demencias en Lada, Turón y Avilés.

Asimismo, el presidente ha apostado por el avance en la detección precoz y la prevención con el trabajo conjunto desde la atención primaria y la unidad de demencias del HUCA. "Sé de sobra que la aportación de un gobierno autonómico siempre será mínima ante un mal de esta envergadura. Pero hay y algo que podemos y sabemos hacer en el Principado. Se llama solidaridad. Recupero ahora un lema que convertimos en un estandarte durante la pandemia: en Asturias, ante el alzheimer, todas cuidamos de todas", ha concluido.

Esta ha sido su intervención íntegra:

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Inauguración del X Congreso Nacional de Alzhéimer

Gracias por haber elegido Asturias para celebrar este congreso y por hacerlo, además, en una fecha tan especial como la de su décimo aniversario.  Este foro se ha convertido en diez años en una referencia sobre el alzhéimer y otras demencias, además de servir de punto de encuentro para familiares, cuidadores, voluntarios y profesionales que comparten experiencias y saberes en este campo tan complejo.

Cuando se celebra un congreso de este tipo, quienes tenemos algún tipo de responsabilidad pública participamos dispuestas a escuchar y aprender. Tenemos, realmente, pocas certezas. Nos queda muchísima tarea por hacer: mucho que investigar, mucho que cuidar, mucho que innovar. No obstante, entre esas certezas hay dos que debo subrayar:

Estamos hablando de un mal de todos. Se puede prevenir, se puede tratar, se puede cuidar, pero no existe prevención absoluta, tratamiento eficaz ni cuidado capaz de hacer remitir la enfermedad. En una sociedad envejecida, donde cada vez es más el porcentaje de personas mayores, debemos tenerlo presente cada día.

De la misma manera que puede ser el mal de todos, todos debemos implicarnos en la atención: los cuidados han de ser colectivos. Con ese convencimiento, el Gobierno de Asturias desarrolla el plan de humanización de la asistencia sanitaria, que involucra a usuarios, familiares, profesionales y organizaciones en beneficio de una atención de mayor calidad.

A partir de esas premisas, procuramos centrar la atención en la prevención y la rápida detección de los procesos de deterioro cognitivo, dos cuestiones claves en esta patología. Por eso hemos puesto en marcha un proceso en el que colaboran las redes de atención primaria y hospitalaria y que otorga especial protagonismo a la enfermería y el abordaje sociosanitario. En el ámbito especializado, contamos con una unidad de demencias en el HUCA que sirve de referencia para toda la comunidad.

Todas ustedes, todas las personas que tienen alguna relación con el alzhéimer, saben de sobra que la atención médica es solo una parte, que llega un momento en el que los cuidados requieren y absorben los esfuerzos hasta sobrepasar los límites de la devastación. Esta enfermedad reclama investigación y humanidad, ciencia y alma.

Ese planteamiento, basado en los cuidados colectivos, es el fundamento de nuestra estrategia para la transformación del modelo de cuidados de larga duración, la estrategia CuidAS.

Queremos que las personas con dependencia vivan con el mayor bienestar posible, sin descuidar el estado físico y mental de sus cuidadoras. Utilizo el femenino conscientemente, porque son las mujeres las que en un porcentaje abrumador asumen estas tareas. En los últimos años hemos dado importantes pasos para ofrecer esa atención especializada y ahora contamos con tres centros de día específicos en Lada, Turón y Avilés en los que se desarrollan terapias asistidas con perros, musicoterapia o actividades multisensoriales y hasta se cultivan huertos. Además, en estos equipamientos se han puesto en marcha grupos de ayuda mutua que permiten aliviar la sobrecarga y el desgaste físico y emocional de las cuidadoras. Por eso me parece tan acertado el enfoque práctico de este encuentro, que tiene como principal objetivo desarrollar habilidades para atender del mejor modo posible a las personas enfermas.

Este congreso pone especial énfasis en la innovación, que junto con la ciencia forma un binomio prioritario para mi gobierno en todos los ámbitos de las políticas públicas.  También en este campo colaboramos modestamente: financiamos un proyecto de investigación para la obtención de biomarcadores que faciliten la detección temprana del alzhéimer y la esquizofrenia a través de imágenes médicas de la retina.

Les agradezco de nuevo que hayan elegido Asturias para celebrar este congreso. He intentado resumir algunas de las líneas sobre las que estamos trabajando para abordar esta enfermedad. Sé de sobra que la aportación de un gobierno autonómico siempre será mínima ante un mal de esta envergadura. Pero sí hay algo que podemos y sabemos hacer en el Principado; algo que nos distingue, que forma parte de nuestra identidad, y que se llama solidaridad. Recupero ahora un lema que convertimos en un estandarte durante la pandemia: en Asturias, ante el alzheimer, todas cuidamos de todas.