null El Ejecutivo autonómico elaborará una Ley del Diálogo Social en esta legislatura

 

  • La vicepresidenta, Gimena Llamedo, pone en valor la nueva concertación social en los Premios Primero de Mayo de UGT
26 de abril de 2024

El Gobierno de Asturias impulsará en esta legislatura una Ley del Diálogo Social para seguir avanzando en la participación institucional de la patronal y los agentes sociales. La vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, ha anunciado hoy esta medida durante su intervención en el acto de entrega de los Premios Primero de Mayo de UGT, en el que ha puesto en valor la nueva concertación social que se está negociando.

Entre otros datos, Llamedo se ha referido a la Encuesta de Población Activa (EPA) divulgada hoy, que calcula que en marzo había 51.700 personas desempleadas en Asturias, la cantidad más baja para ese mes de los últimos 16 años. “La ocupación supera las 400.000 personas, una cantidad no rebasada desde 2011, y el Principado es una de las cuatro únicas comunidades en las que bajó el paro en el primer trimestre”, ha subrayado.

Respecto a la concertación, la vicepresidenta ha expresado su confianza en que en las próximas semanas finalice la negociación con un pacto que incluirá un mecanismo de evaluación riguroso para medir el impacto de las medidas adoptadas. “Este será el noveno acuerdo desde 1988, marcando así un compromiso continuo con el diálogo social en nuestra comunidad autónoma”, ha añadido.

Durante su discurso, Llamedo ha defendido la necesidad de la concertación por tres razones. Por un lado, ha resaltado la importancia de una acción política que incluya a todos los actores de la sociedad, buscando el respaldo de grupos parlamentarios y agentes sociales para iniciativas clave. Como ejemplos, ha citado la Ley de Impulso Demográfico y la reforma de la Ley de Turismo.

En segundo lugar, ha incidido en el momento crucial en el que se encuentra Asturias, inmersa en una década de cambio que demanda la modernización de la industria, la diversificación empresarial y la consolidación del estado de bienestar, entre otros aspectos.

Por último, ha valorado la utilidad de la concertación y la importancia de comunicar de manera más efectiva a la sociedad los beneficios derivados del diálogo social.

En su intervención, Gimena Llamedo también ha ofrecido un análisis de los hitos y fuerzas del cambio en la comunidad, entre los que ha destacado la mejora del mercado laboral, la apertura de nuevos horizontes industriales, el impulso científico y tecnológico, la calidad turística, el desarrollo logístico, el impulso demográfico, el refuerzo del estado de bienestar y el compromiso con la igualdad.

A continuación reproducimos la intervención íntegra de la vicepresidenta: 

INTERVENCIÓN de la vicepresidenta, Gimena Llamedo
Premios Primero de Mayo UGT Asturias

Esta tarde tengo la oportunidad de hablaros en nombre del Gobierno de Asturias en sustitución del presidente, Adrián Barbón, de viaje en Madrid. Sabed que para mí es un honor estar aquí y acompañaros en la entrega de vuestros premios Primero de Mayo.

 

Es un honor y una responsabilidad. No estoy en una tribuna de trámite, sino en una de esas citas para la reflexión colectiva sobre la situación y el porvenir de Asturias, siempre con una orientación progresista y reformista. O, dicho de forma más sencilla, con una visión de izquierda. De izquierda sin complejos.

 

Y como tengo una visión de izquierda y plenamente democrática,  como estoy ante un auditorio democrático, y como creo que ningún demócrata debe callarse ni cruzarse de brazos ante lo que está sucediendo en este país, os confieso que he cambiado este discurso. Lo he modificado para añadir sólo dos palabras: basta ya.

 

  • Basta ya de confundir la crítica política con la destrucción personal.
  • Basta ya de erosionar las instituciones y debilitar la convivencia.
  • Basta ya de cuestionar un gobierno legítimo.
  • Basta ya de recurrir a libelos, informaciones falsas e intentarlo todo sin límites para debilitar la democracia.

 

Todas las personas sinceramente demócratas, me da igual su ideología, tenemos que hacer un alto. Reflexionar, poner pie en pared y decir con claridad que ¡Por ahí no!. No vale todo, no vamos a claudicar ante la derecha y sus intentos de degradación de la vida pública.

 

Y las personas de izquierda, y yo lo soy, tenemos que defender la continuidad de un gobierno de progreso. De un gobierno audaz, sin miedo, que ha revalorizado las pensiones, que ha elevado el salario mínimo, que ha implantado el ingreso vital, que defiende la igualdad plena entre hombres y mujeres frente a la ola reaccionaria.

 

Yo quiero que España continúe avanzando con un gobierno de progreso liderado por el presidente Pedro Sánchez. Porque ese es el camino para construir una sociedad mejor, más libre y más justa. Por eso, de nuevo, basta ya. 

 

Y ahora sí, me centraré más en Asturias. Os anuncio que vamos a impulsar en esta legislatura una Ley del diálogo social para seguir avanzando en la participación institucional de patronal y agentes sociales. Porque este es un Gobierno que escucha y dialoga.  Os pongo un par de ejemplos que me atañen directamente: la Ley de Impulso Demográfico y la reforma de la Ley de Turismo. En ambos casos me he propuesto obtener el máximo respaldo posible, tanto de los grupos parlamentarios como de los agentes sociales. No lo hago para presumir de apoyos; lo hago porque son dos iniciativas importantes que necesitan empuje, solidez y permanencia. 

 

Puedo añadir más ejemplos. Los presupuestos, la actualización del mapa sanitario o el proyecto de les escuelines. En todos, si os fijáis, descubriréis el mismo patrón: mano tendida y disposición continua al consenso.

 

Con este planteamiento, ¿cómo no vamos a esforzarnos en concertar con las organizaciones sindicales y el empresariado? Seguro que a algunos les molestará. Lo siento por ellos, porque el Gobierno de Asturias está empeñado en alcanzar un buen acuerdo en el plazo más breve posible.

 

Porque como sabéis, llevamos meses negociando la concertación, una concertación que esperamos cerrar las próximas semanas y que incluirá un mecanismo riguroso de evaluación que permita calibrar el impacto de las medidas que consensuemos.

 

Será este el noveno pacto entre el Principado, los sindicatos y la patronal desde 1988, cuando el presidente Pedro de Silva lideró el primer entendimiento. Podemos preguntarnos si, 36 años después, con todo lo que ha llovido, tiene sentido mantener este tipo de acuerdos amplios, que desbordan el estricto límite laboral. Para algunos grupos políticos, no. Para ellos, la concertación apenas es una ceremonia. Un ritual que se repite legislatura tras legislatura, pero sin incidencia alguna.

 

Discrepo abiertamente. Intentaré agrupar mis argumentos en tres bloques.

 

a) Al primero ya me he referido. Somos un Gobierno de diálogo y a los hechos me remito.

 

b) El segundo es el cambio. Sin aburrir con fechas, nuestra comunidad lleva décadas de fortísima transformación. Ahora estamos metidos de lleno en otra etapa que hemos bautizado como la década del cambio.

 

Estamos viviendo un período decisivo para cuestiones cruciales, como modernizar la industria, diversificar el tejido empresarial, modernizar el estado de bienestar, dar un nuevo protagonismo al medio rural o asentar las políticas de igualdad. 

 

Hablo a corto plazo. No estoy describiendo un escenario lejano, de lo que ocurrirá dentro de veinte o treinta años, sino de lo que está sucediendo ahora mismo y a una velocidad vertiginosa. En un momento así, cuando Asturias se la juega, despreciar la concertación sería irresponsable.

 

c) Por último, la concertación es útil. Tal vez aquí tengamos todos nuestra cuota de responsabilidad: no hemos insistido bastante en los beneficios derivados del diálogo social.

 

Es un déficit que podemos corregir para que la sociedad conozca hasta qué punto estos pactos repercuten para bien en Asturias.

 

Resumo los tres tipos de argumentos: convicción política, responsabilidad y utilidad. Por los tres, la concertación es necesaria y conveniente.

 

Ahora propongo avanzar y situar el debate en otro punto, en conseguir el acuerdo que hoy necesita Asturias.

 

Este propósito exige un mínimo diagnóstico común. Como vicepresidenta del gobierno, no puedo pedir a la UGT que asuma al cien por cien mi análisis, del mismo modo que tampoco se lo puedo reclamar a Comisiones Obreras ni a la Federación Asturiana de Empresarios. Por citar un ejemplo, sería una extraña y quizás inconveniente unanimidad que todos defendiésemos con entusiasmo las mismas políticas tributarias.

 

No obstante, sí podemos identificar las fuerzas del cambio, tenerlas en cuenta a la hora de evaluar la coyuntura en la que estamos. Voy a nombrar algunos.

 

Primer hito. La mejora del mercado laboral. Parto de que siempre será insuficiente, pero los datos constatan una evolución positiva. Cerramos marzo con 51.700 personas desempleadas, la cantidad más baja para ese mes de los últimos 16 años.

 

Hoy mismo hemos conocido la EPA y Asturias es una de las cuatro únicas comunidades autónomas en las que bajó el paro en el primer trimestre (junto con Canarias, Madrid y Navarra). La ocupación supera las 400.000 personas, una cantidad no superada desde 2011.

 

En este mismo apartado, la reforma del Servicio de Empleo es una línea de trabajo imprescindible: las políticas activas de empleo tienen que ser más efectivas, más conocidas y mejor orientadas.

 

Segundo hito. La apertura de nuevos horizontes industriales. Esta afirmación puede parecer chocante cuando tenemos abierta la herida de Sekurít.

 

El gobierno está trabajando para intentar que la decisión de Saint Gobain produzca el menor impacto posible, tanto sobre el empleo como sobre la actividad.

 

Dicho esto, sopesemos las novedades positivas. Incluyamos en el haber la potente revitalización de las empresas de defensa; el liderazgo en la construcción naval; los proyectos para la fabricación de paneles fotovoltaicos en Langreo y los componentes de eólica marina en Avilés para las antiguas instalaciones de Alcoa… Asturias se ha convertido en un territorio fértil para la inversión extranjera y la transición verde está espoleando el desarrollo tecnológico. Seamos conscientes de que, pese a todas las dificultades, la industria se ha decidido a explorar nuevas fronteras.

 

Tercer hito. El despegue científico y tecnológico. De nuevo podemos marcar un antes y un después. El antes eran dos únicos centros de I+D; el ahora, 14. Cada vez son más las empresas ligadas a la innovación y el desarrollo tecnológico, con una tasa de supervivencia muy superior a la media nacional.

 

En Asturias está surgiendo otro paisaje empresarial, más ágil e innovador, que tenemos que cuidar hasta que enraíce con la fuerza necesaria.

 

La calidad turística, un cuarto hito.  Es uno de los vectores de cambio más obvios. A fuerza de superar año tras año los récords de visitantes, hemos asimilado el crecimiento del sector sin darle mayor relevancia, pese a que aporta casi el 12% del Valor Añadido Bruto. Sin embargo, aquí nadie ha regalado nada.

 

Aunque viaje en avión, el turismo extranjero no cae del cielo. Lo mismo sucede con la desestacionalización o, ahora, con el desafío de asegurar un turismo sostenible y de calidad. Detrás de estos datos hay mucho trabajo, tanto del sector como del Gobierno de Asturias. Antes mencioné la modificación de la ley, pensada para regular las viviendas de uso turístico.

 

Como en otros momentos, hemos de anticiparnos para evitar lo que ya está ocurriendo en otras partes de España. Es una decisión de primer orden que también contribuirá a mejorar la oferta de vivienda.

 

Paso al quinto hito. El polo logístico del cantábrico. Otra de las grandes líneas de transformación. Hace unos años, el objetivo era enlazar Asturias con la Meseta. Ahora, es aprovechar la conexión a la alta velocidad ferroviaria para convertir al Principado en el polo logístico del cantábrico.

 

La potencia de los puertos de Gijón y Avilés, sumada al desbloqueo de la ZALIA, nos sitúa en una posición envidiable para aspirar a esa meta. No os tengo que decir hasta qué punto será importante para dinamizar la actividad económica.

 

No rehúyo el debate sobre las infraestructuras. Es obvio que la Administración central tiene una extensa factura pendiente con Asturias, que abarca desde el vial de Jove al término de la autovía del suroccidente.

 

Reconocer esta realidad es compatible con destacar el éxito de la apertura de la variante de Pajares, la mejora progresiva de la red de cercanías o, ya como mérito del Gobierno de Asturias, la ampliación de la oferta de vuelos o ese gran acierto que es la tarifa plana de transporte público Conecta. Las comunicaciones asturianas están en un punto de no retorno.

 

Por cierto, también contamos con los sindicatos para defender con fuerza la agenda asturiana de comunicaciones. La Alianza por las Infraestructuras es otra evidencia de la apuesta del Gobierno del Principado por el consenso.

 

Llegamos al sexto punto. El impulso demográfico. Es uno de los mayores desafíos. No se trata sólo de frenar la pérdida de habitantes  –ya se está logrando-, sino de combatir la despoblación de algunos concejos y favorecer la cohesión territorial. La aprobación de la ley que ahora tramita la Junta será un hito notorio, pero no perdamos de vista dos premisas: una, que las políticas demográficas necesitan un largo tiempo de maduración; y dos, que forman parte de un todo.

 

Son completamente transversales. Así, la revitalización del campo es imprescindible para favorecer la cohesión territorial y parar en seco la despoblación. No obstante, dejadme destacar la puesta en marcha, este mismo año, de las políticas de retorno. Es una línea de trabajo que ha tenido éxito en otras comunidades y que puede ayudarnos no poco a un objetivo tan ambicioso.

 

El refuerzo del estado de bienestar es otro de esos hitos. Esta misma semana conocimos que el HUCA está a la vanguardia internacional en la cirugía cardiaca. El mérito es de un brillante equipo médico, que no quepa duda. Pero también en este caso hay un respaldo detrás. Desde la propia existencia del hospital a que Asturias encabece la inversión sanitaria por habitante. El refuerzo y la renovación continua del estado de bienestar es otro de los ejes de transformación que afrontamos. La actualización del mapa sanitario y el proyecto de les escuelines forman parte del mismo propósito: que el Principado siga siendo una referencia nacional de buenos servicios públicos.

 

Ya concluyendo, paso al último hito, igual de importante, la igualdad. Perdonad que ahora hable en primera persona. Soy la primera vicepresidenta del Gobierno del Principado. A muchos ojos puede parecer anecdótico, circunstancial. Yo lo entiendo como un plus de responsabilidad. Quiero que la igualdad sea una de las fuerzas que moldeen la nueva Asturias. La rapidez con la que hemos decidido buscar otra ubicación aquí mismo, en Oviedo, para el Centro de Crisis responde a esa voluntad, al igual que el despliegue de la Estrategia contra la Trata y la Prostitución, el impulso a Coeducastur o la misma mesa de Igualdad, ya consolidada en la concertación. Esta enumeración pretende contribuir a que todos sepamos reconocer la Asturias de hoy.

 

Descubriréis lagunas, echaréis de menos otros datos y otros hechos, discreparéis de mi planteamiento, pero os aseguro que todo lo que he citado forma parte de la realidad que vivimos, de un cambio tan rápido que a menudo cuesta percibirlo en toda su dimensión. Tengámoslo en cuenta a la hora de pensar, de la mano, el futuro de nuestra tierra.

 

Y termino. Mi enhorabuena sincera, en nombre de todo el Gobierno del Principado, a vuestros premiados. A Adolfo Quiñones, a Marisol Gómez (feliz jubilación, Marisol), a la sección sindical en Renfe Adif y, de un modo muy especial, a la Fundación Vinjoy, con su labor impagable. A todos vosotros y vosotras, muchas gracias por haberme cedido hoy este altavoz. Gracias.

Documentación

Galería de imágenes

De izquierda a derecha en la imagen, Adolfo Rivas, director de la Fundación Vinjoy, galardonado en esta edición con la insignia de oro del sindicato; Alberto Ramós, presidente del Comité de empresa de Adif en Asturias e insignia de plata a la Sección Sindical; Pepe Álvarez, secretario general del sindicato UGT; Francisco José Barros, presidente del comité de empresa de Renfe en Asturias e insignia de plata a la Sección Sindical; Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado; Marisol Gómez, insignia de plata al Trabajo Sindical de Base; Adolfo Quiñones, insignia de plata a la Militancia y Dedicación; y el secretario General de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero.
En segunda fila en la imagen, de derecha a izquierda, las consejeras de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, y de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí; y los consejeros de Ciencia, Empresas Formación y Empleo, Borja Sánchez, y de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez.