Cofiño asegura que los 1.000 millones de inversión en proyectos hidráulicos en Asturias crearán empleo y activarán la economía

El vicepresidente y consejero de Administración autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, ha asegurado que el agua es un factor determinante para el crecimiento económico y que  los 1.000 millones de inversión  previstos en  los diferentes proyectos hidráulicos incluidos en los planes de abastecimiento y saneamiento para  los próximos diez años “tendrán un efecto palanca para la activación de la economía, la creación  de empleo y la mejora de los servicios públicos en el sector del agua”.

Cofiño ha inaugurado en Oviedo las jornadas Tecnología e Innovación en saneamiento y depuración, organizadas por el Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) y la Consejería de Medio Ambiente, en las que participan más de 200 profesionales y expertos de toda España en el sector del agua. Un sector, ha desacado el vicepresidente “que ya emplea en Asturias a más de 1.000 personas que atienden depuradoras, potabilizadoras y el resto de sistemas de abastecimiento y saneamiento y que se ocupan de que dispongamos de agua en nuestras viviendas o negocios y de  que nuestras aguas residuales sean tratadas adecuadamente antes de ser devueltas al medio natural”, ha subrayado el consejero.

Parte de la inversión prevista en los planes de abastecimiento y saneamiento se dirige a la innovación ya que, según ha afirmado Cofiño, “el tratamiento de las aguas no debe limitarse a cumplir los requisitos legales de calidad, sino que tiene que buscar la mejora de los procesos, su optimización y su eficiencia en términos de coste, de consumo energético o de reactivos”.

El vicepresidente ha señalado que los documentos incluyen líneas concretas de I+D+i adaptadas a las necesidades detectadas en el Principado. En este sentido, en materia de saneamiento, cuyo plan está a punto de ser aprobado, se ha referido a la detección temprana de contaminantes emergentes “como los microplásticos, los medicamentos e incluso los virus como el covid-19, algunos de ellos con un efecto potencial adverso en los ecosistemas acuáticos o en los seres humanos”. También ha citado las líneas encaminadas “a la evaluación de los riesgos derivados del cambio climático, o al aprovechamiento de recursos para la producción de energías renovables en las propias instalaciones de depuración, que nos permitan mejorar la eficiencia energética global de las mismas”.

Otros proyectos se orientan a obtener el máximo rendimiento del valor ecológico y económico de los fangos de depuradora para el desarrollo de nuevas líneas de investigación que faciliten la circularidad de los mismos mediante generación de biogás, producción de bioplásticos o biofertilizantes. Igualmente, se pretende avanzar en las tecnologías de regeneración del agua depurada para, por ejemplo, producir hidrógeno verde.  “Todo ello sin perder de vista la digitalización como herramienta transversal habilitadora para el despliegue y la implantación de otras tecnologías”, ha añadido Cofiño.

Asimismo, ha subrayado “el ambicioso ejercicio de planificación” en torno al recurso del agua que ha realizado el Gobierno durante este mandato. “La elaboración en paralelo y la puesta en marcha casi simultánea de los planes de abastecimiento y saneamiento nos ha permitido tener una visión global, integral, sobre los retos a los que nos enfrentamos en los próximos años, condicionados por las previsiones del cambio climático, las necesidades de una industria en pleno proceso de transformación o las exigencias sociales y ambientales, que nos requieren un agua de cada vez mejor calidad tanto para el consumo como para su devolución al medio una vez aprovechadas”, ha agregado.

En las jornadas también han participado, entre otros, la viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí; la directora general del Agua, Vanesa Mateo, y el gerente de Cadasa, Julio Pérez.