El jefe del Ejecutivo aborda con el eurodiputado Jonás Fernández el balance de la legislatura comunitaria

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha recibido esta tarde al eurodiputado socialista Jonás Fernández. Durante el encuentro, el jefe del gobierno ha abogado por una aplicación más flexible de la PAC, tal y como han reclamado las organizaciones agrarias. El presidente también ha planteado la necesidad de que la Unión Europea (UE) adopte con la mayor rapidez posible medidas que dificulten las deslocalizaciones empresariales hacia terceros países.

Jonás Fernández ha formado parte del Parlamento Europeo durante los dos últimos mandatos. Al término del actual período –las próximas elecciones están convocadas el 9 de junio-, Barbón y Fernández han repasado sus principales hitos, entre los que sobresale la puesta en marcha de los fondos Next Generation. Ambos han contrastado este planteamiento con las políticas de austeridad impuestas por la derecha europea durante la Gran Recesión.

La buena ejecución de los recursos comunitarios, incluido el Fondo de Transición Justa, es una de las prioridades del Gobierno de Asturias. Precisamente, hace pocos días el Principado puso en marcha la primera convocatoria de este fondo, concebido para apoyar a los territorios más afectados por la transición ecológica. Dotada con 40 millones, estará abierta a empresas y pyme asturianas que realicen inversiones ligadas con el desarrollo de las energías renovables.

Durante la reunión, Barbón puso otros dos asuntos sobre la mesa. Uno es la eliminación de excesos burocráticos en la nueva PAC, como ya propuesto la Consejería de Medio Rural. Otro, la importancia de que la UE fortalezca su política industrial. Ese objetivo pasa, a juicio del presidente del Principado, por aplicar medidas que frenen las deslocalizaciones hacia terceros países con peores condiciones laborales y sin compromisos medioambientales. Para Barbón, que ha citado el ejemplo de la siderurgia y el que afecta ahora a la plantilla de Sekurit en Asturias, es imprescindible que la UE endurezca sus planteamientos. “De nada sirve que la UE lidere la transición verde –el llamado green new deal europeo- si no se contienen las importaciones de otros países que no combaten el calentamiento global. Y, de la misma forma, tampoco nos vale que la UE sea generosa en sus ayudas a la actividad empresarial si luego las mismas compañías beneficiadas pueden deslocalizar sin costes sus instalaciones”, ha afirmado.