null "La unión de los demócratas es indispensable para vencer al terrorismo", afirma el jefe del Ejecutivo
06 de octubre de 2022

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha destacado hoy el papel indispensable de la democracia para combatir el terrorismo. "La unión de los demócratas es indispensable para vencer al terrorismo, sea cual sea. No había víctimas de unos o de otros; había víctimas de todos. Es una lección que hemos de tener presente", ha destacado durante el acto de inauguración de la exposición El terror a portada. 60 años del terrorismo en España a través de la prensa, organizada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo y el Grupo Vocento, en colaboración con el Principado.

Esta ha sido su intervención íntegra:

 

INTERVENCIÓN del PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Inauguración de la exposición El terror a portada. 60 años del terrorismo en España a través de la prensa

Les agradezco su invitación para participar en la inauguración de esta exposición, que nos enfrenta con algunos de los hechos más terribles de nuestro pasado. Su título, El terror a portada, nos recuerda cuántas veces el relato de la actualidad ha estado dominado por el horror, el horror de nuestro propio viaje al corazón de las tinieblas.

 

La muestra es impactante. Las fotografías, las informaciones, los objetos que podemos observar, los nombres de las víctimas, todo reclama nuestra atención. Pero sería un grave error confundir la visita a esta exposición con un recorrido morboso. Con permiso de quienes la han organizado, me atrevo a sugerir varias enseñanzas para quienes la visiten.

 

La primera es muy evidente. El terrorismo existe. A veces se practica de manera sistemática, otras de forma irregular, aleatoria, como un sinsentido letal. En cualquiera de los casos, no cabe la equidistancia. No hay fanatismo político ni religioso que justifique el recurso a la violencia.

 

No hay excusa para la muerte de Begoña Uroz Ibarrola en 1960, cuando sólo había vivido 20 meses, ni para las de María González y Alberto Chaves cuando estaban de vacaciones en Sri Lanka en 2020. En todos los casos, la justicia sólo está de un lado, el de las víctimas.

 

La segunda es más oculta. Este verano se cumplieron 25 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Ni el aluvión de informativos especiales sobre aquel atentado ni esta exposición reparan los crímenes cometidos. Su utilidad es otra, muy importante: cuidar la memoria, evitar el olvido. El recuerdo no sólo es un deber ético para con las víctimas, sino que también nos sirve de advertencia porque, por desgracia, sabemos que el horror puede repetirse. Hoy sabemos que la unión de los demócratas es indispensable para vencer al terrorismo, sea cual sea.

 

Hace ya bastante, cuando era muy joven, viajé al País Vasco para ser interventor en una mesa electoral. Me acompañó, por cierto, una muchacha que se llamaba Adriana Lastra. En aquel tiempo, durante los años de plomo, militar en un partido democrático en Euskadi aparejaba el riesgo de muerte. Tan simple y brutal como suena. Hasta tal punto, que era necesaria la colaboración de afiliados del resto de España para supervisar el recuento de votos.

 

Por fortuna, ese pasado ha quedado atrás. Sin duda, la derrota del terror respondió a muchas causas, desde la eficacia policial a la propia evolución de la sociedad. Entre esos factores determinantes, la unión política fue decisiva. No había víctimas de unos o de otros; había víctimas de todos. Es una lección que hemos de tener presente.

 

La fortaleza de la democracia también se asienta en consensos básicos que jamás se deben quebrar. Uno de ellos es el rechazo común a la violencia y, añado, a la intolerancia.

 

Por supuesto, esta exposición destaca también la importancia de los medios de comunicación en una sociedad democrática. Una frase acuñada sentencia que en cualquier guerra la primera víctima es la verdad. Al terrorismo no le gustan la verdad ni la libertad, cualquiera que sea la bandera que agite. Ya puede actuar en nombre de la ideología, de la nación, de la raza o de la religión, que siempre le incomodará la prensa libre, como la que representan el diario El Comercio y todo el grupo Vocento.

 

El tratamiento informativo del terrorismo ha atizado muchos debates sobre cuáles deben ser los límites: si se les ha de dar más o menos relevancia a los atentados, si es ético hacerse eco de los argumentos de quienes asesinan, si conviene obviar los detalles más dramáticos… Pero, sean cuales sean las conclusiones, nunca se puede poner en cuestión el derecho de la sociedad a estar bien informada. Esa es la frontera que no se puede cruzar y ese es, precisamente, el deber de los medios de comunicación. Que, para que nadie lo olvide, también han pagado un alto precio por cumplirlo: por contar lo que pasaba y por defender el Estado democrático.

 

Me queda sólo una cuarta enseñanza. Aunque la muestra no se limita a ETA ni al terrorismo político, sino que incluye todas las organizaciones que han causado víctimas en España, nos recuerda que nuestra democracia no cayó del cielo.

 

La Transición, que tantas veces se pone en entredicho, no fue un camino mullido entre algodones donde todo estaba hecho y resuelto. Hubo que superarlo con decisiones políticas muy valientes y haciendo frente a los que, con uno u otro interés, se oponían a que España consolidara su democracia. Entre ellos, quienes frecuentaban el terror –al coche bomba o el tiro en la nuca- casi de forma cotidiana. Para decirlo de forma clara, y con las palabras de que ha utilizado en alguna ocasión Tomás Caballero, las víctimas son “héroes de nuestra democracia”. Homenajearles con esta exposición es una manera de avivar nuestra memoria para que nos mantengamos alerta. La paz, como la libertad, se gana día a día.

 

Antes de terminar, quiero hacer algunos agradecimientos explícitos. A María Antonia Pedregal, directora del Museo Arqueológico; a Marcelino Gutiérrez, director de El Comercio; y a Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, muchas gracias. Su colaboración, junto con la de todo el grupo Vocento, el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo y el Ministerio del Interior, representado en este acto por la delegada del gobierno, ha hecho posible que Oviedo sea la sede de esta exposición, de visita casi obligada para saber cuánto costó derrotar el terror y asentar nuestra democracia.

Documentación

Galería de imágenes

El presidente del consejo de administración de El Comercio, José María González; el presidente de la Fundación Centro Memorial Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez; la delegada del Gobierno, Delia Losa; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero; la consejera de Presidencia, Rita Camblor, y la directora del Museo Arqueológico, María Antonia Ortea (de izqda. a dcha.)

Galería de audios

Exposición sobre el terrorismo a través de la prensa
Exposición que nos enfrenta a hechos del pasado
Justicia solo está de un lado, el lado de las víctimas
Unión de demócratas contra el terrorismo
Papel de la prensa en la lucha contra el terrorismo
Paz y libertad se ganan cada día
Proyecto de presupuestos estatales
Deducciones fiscales