“Turismo todo el año, en toda Asturias y de calidad y sostenible es la triple meta en la que esté empeñado este Gobierno”, asegura Barbón

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha destacado hoy el “salto excepcional” que está experimentando la región en materia turística y ha asegurado que el Gobierno asturiano persigue “una triple meta: recibir turistas todo el año, recibirlos en todos los concejos de Asturias y sobresalir como marca sostenible y de calidad”.

Barbón, que ha participado en la entrega del Premio Álvarez Margaride a la trayectoria empresarial, ha explicado que una vez superado el objetivo de “que España descubra el paraíso natural”, la comunidad aspira a nuevos retos que deben pasar por asegurar el modelo de turismo de calidad y atraer a nuestra comunidad un turismo respetuoso. “Deseamos que lleguen más turistas, pero también queremos que sepan valorar nuestro patrimonio cultural e industrial, nuestro paisaje y nuestra biodiversidad”, ha subrayado.

Para alcanzar ese “listón exigente”, Barbón ha resaltado que Asturias dispone de “grandes bazas”, como la apertura de la variante de Pajares, la actual oferta de vuelos, la condición de refugio climático de la región, así como su paisaje, patrimonio histórico e industrial o su gastronomía. 
Adrián Barbón ha felicitado a Obdulia Fernández y a Victor Madera, propietarios de la empresa Paisajes de Asturias, galardonados en esta ocasión, a los que ha puesto como “ejemplo singular de generación de valor en España” por una labor que “aúna el desarrollo turístico y la recuperación de patrimonio”.

A continuación reproducimos la intervención íntegra del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón:

Entrega del Premio Álvarez Margaride a la Trayectoria Empresarial a Obdulia Fernández Álvarez y Víctor Madera

Voy a comenzar contándoles una pequeña historia. Hace justo dieciséis años que Obdulia Fernández y Víctor Madera adoptaron a su primer hijo de piedra. No se asusten, es una metáfora que ellos mismos usan. Fue en Figueras, en Castropol, y aquel primogénito era una envejecida joya arquitectónica, un palacio que se asomaba a la ría del Eo sin el brillo ni el esplendor de cinco siglos atrás, cuando había sido construido. Hoy en día, ese palacio es un hotel que está contribuyendo a atraer turistas al occidente y, por lo tanto, a crear actividad económica y empleo. Solo por esa aportación, los sufridos padres merecen nuestro reconocimiento.

Pero es que la cosa no se quedó ahí. La familia ha ido creciendo y muy poco tiempo después el de Figueras dejó de ser hijo único. Ahora son familia numerosa. Si no me confundo, en estos momentos son ocho los edificios que el matrimonio tiene ahora en Asturias. El implacable pasar del tiempo los había deteriorado. Ahora, gracias a Obdulia Fernández y Víctor Madera, estos palacios, edificios singulares y hasta torres de vigilancia están viviendo una nueva juventud. Han vuelto a la adolescencia.

Por esa labor, que está permitiendo tanto el desarrollo turístico como la recuperación de nuestro patrimonio, la familia de Paisajes de Asturias se ha hecho merecedora de este premio Álvarez Margaride a la Trayectoria Empresarial. También por ser un ejemplo singular de generación de valor en España, porque debo desvelar que también tienen otros hijos adoptivos repartidos por varias comunidades. Doy tanto las gracias como ni enhorabuena a la asociación APQ como a las entidades patrocinadoras: al Banco Sabadell, Asturiana de Zinc, TK Elevator y DKV Seguros. Y, por supuesto, subrayo mi sincera felicitación en nombre de todo el Gobierno del Principado a Obdulia Fernández y Víctor Madera. Y también a sus hijos de piedra.

Ahora sigamos con la historia. Cuando la pareja compró aquel palacio en Figueras, Asturias era un destino que estaba comenzando a dar el estirón. Madurando. Ahora, 16 años después los Fernández–Madera han ampliado familia y, a la par, el Principado ha ido ganando visitantes, hasta el punto de que Asturias es hoy una potencia turística consolidada.

Voy a dar unos pocos datos que hace 16 años, cuando Paisajes de Asturias se hizo cargo de su primer hijo de piedra, parecerían increíbles. El Principado registró en 2023 un nuevo récord con 2,7 millones de visitantes. Solo por hacer la comparación, en 2008 la cifra había sido de 1,5 millones. La previsión es que en 2024 volvamos a batir esas marcas. Impulso a impulso, hemos conseguido que el turismo aporte el 12% de nuestro valor añadido bruto y unos 52.000 empleos. Estamos tan acostumbrados a los buenos números que no reparamos en que el salto está siendo excepcional.

Ahora no nos peleamos por hacernos un hueco en el mapa para que España descubra el paraíso natural, eso ya está superado. Ahora estamos empeñados en alcanzar una triple meta: recibir turistas todo el año, recibirlos en todos los concejos de Asturias y sobresalir como marca sostenible y de calidad.  Quedémonos con esas tres ideas porque marcan el futuro del turismo en el Principado. Por cierto que compartimos objetivo, Obdulia, porque usted afirmó hace unos meses, cuando recogió la medalla de oro de la Cámara de Comercio de Oviedo, que aspiraba a atraer a nuestra comunidad un turismo respetuoso. Mi gobierno también trabaja con ese planteamiento: deseamos que lleguen más turistas, pero también queremos que sepan valorar nuestro patrimonio cultural e industrial, nuestro paisaje y nuestra biodiversidad.

Repito la triple meta: turismo todo el año, turismo en toda Asturias y turismo de calidad y sostenible. Es un listón exigente, pero estoy seguro de que podemos rebasarlo a corto plazo. Disponemos de grandes bazas:

• La apertura de la Variante de Pajares,  que nos ha acercado aún más a nuestros dos mercados turísticos principales, Madrid y Castilla y León, es nuestra vía de alta velocidad hacia la desestacionalización, una aspiración constante del sector.

• La oferta de vuelos, la mejor de nuestra historia, que facilita la captación de viajeros de otros países. Estamos más cerca de la estación de Chamartín, pero también del Big Ben o de la Puerta de Brandemburgo. Ahora sería una falacia decir que estamos aislados del mundo, como se sostuvo durante años. La verdad es la  contraria: entramos en la época de la Asturias hiperconectada. 

• La condición de refugio climático, que tendrá más importancia con el paso de los años, en especial durante la temporada de verano.

• Y, por supuesto, unos cimientos envidiables. Miremos a nuestro alrededor. Contamos con mar, montaña, patrimonio histórico e industrial, una gastronomía de primera, somos el origen del Camino Primitivo hacia Santiago… En este caso, no está mal presumir de nosotros mismos: hemos de ser conscientes de que Asturias reúne un gran atractivo turístico, que todavía nos queda mucho por ofrecer. 

El Gobierno de Asturias va a seguir colaborando con el sector para que podamos cruzar juntos esa triple frontera. Con ese propósito ya estamos tomando nuevas iniciativas:

• Hace muy poco, cuestión de unas semanas, el Consejo de Gobierno acordó una reforma de la ley para regular la expansión de las  viviendas de uso turístico. Queremos evitar la masificación, uno de los peores males posibles. Ese es el propósito último de la reforma: anticiparnos antes de que el daño esté hecho.

• También estamos empeñados en mejorar la formación. Para ello será básico desplegar la nueva FP dual, para responder mejor a las necesidades del tejido productivo. En este punto es necesaria una complicidad con las empresas que fructifique en lo que a todos nos interesa: un sector cada vez más potente, generador de riqueza y de  empleo de calidad.

• La gestión de los planes de sostenibilidad, que supondrán una inversión cercana a los cien millones para potenciar el atractivo de buena parte de los concejos del Principado.

Esa es la realidad y el porvenir del turismo asturiano. Yo no sé qué sintieron Obdulia Fernández y Víctor Madera cuando vivieron la recuperación de su primer hijo de piedra, ese que contempla la hermosa ría del Eo. Lo que sé con certeza es que acertaron, que la adopción mereció la pena y que Asturias es el mejor lugar posible para que continúe creciendo esa familia bien avenida de atractivo turístico y calidad patrimonial.

Sin más, reitero mi enhorabuena a APQ, a las entidades patrocinadoras y, cómo no, a Obdulia Fernández Álvarez y Víctor Madera, merecidos Premio Álvarez Margaride.